Y pensábamos que el 2019 fue interesante, pues por primera vez en la historia un gobernador en función fue obligado a renunciar a su puesto tras unas protestas masivas por el pueblo puertorriqueño. Pero el 2020 estaba esperando a la vuelta de la esquina, guiñando un ojo a sabiendas de lo que venía.
Recibimos el Año Nuevo con los terremotos en el sur de la isla, réplicas de los cuales se están sintiendo todavía… trágicamente alterando la vida de miles de puertorriqueños.
Al mismo tiempo se comenzaba a desarrollar lo que se convertiría en la peor pandemia global en más de un siglo, el COVID-19. Otro golpe para Puerto Rico, quienes todavía estamos botando el golpe del Huracán María hace escasamente tres años.
Pero la tragicomedia del comportamiento humano en Estados Unidos ha empujado los límites de la imaginación. Personas adultas peleando por el uso de mascarillas para su propia protección y la de otros. Estadísticas de muertes siendo manipuladas como balón político. Falta crasa de liderato, con el Presidente Trump culpando a todo el mundo menos a él mismo.
En mayo un policía blanco en Minnesota mató un ciudadano negro, pillando con su rodilla el cuello por ocho minutos, y en efecto sofocándolo. Esto desató protestas masivas en contra del abuso policiaco, y las injusticias raciales que tantos años se han sufrido en EEUU.
¿Resultado de estas protestas? Bueno… yo solo sé que pronto no podremos comprar el sirope de panqueques “Aunt Jemima”, porque se decidió que dicho nombre es ofensivo y la compañía tenía que cambiarle la marca y el logo.
En el ámbito local, el periodo de gracia que se le otorgó a la gobernadora Wanda Vázquez caducó temprano en el año… y el pueblo puertorriqueño regresó a su deporte nacional y favorito… el otro color (rojo) tirándole al color en poder (azul), llamándolos corruptos, porque en el partido rojo no hay ningún corrupto.
Como el hámster corriendo en su ruedita, nunca llegando a ningún lado, pero feliz de estar corriendo en la misma ruedita.
A principios de agosto hubo que suspender las primarias para las elecciones de noviembre, debido a “problemas con la entrega de las papeletas” a más de la mitad de los centros de votación. Como tirar un pernil en una charca llena de pirañas… los politiqueros se “jartaron” haciendo “escante” con el asunto.
Pero los Estados Unidos no se queda atrás. En febrero el “caucus” (asamblea electoral) Demócrata de Iowa fue llevada a cabo con una ineptitud total, a nivel que el ganador Pete Buttigieg en aquel momento no pudo disfrutar normalmente de su victoria.
Actualmente, hay un “revolú” con el proceso de papeletas por correo, en el cual el Presidente Trump ha lanzado acusaciones de trampa y fraude… y ha intentado quitarle fondos al USPS (servicio nacional de correo), creando una gran controversia.
Todo esto, y no hemos llegado ni a septiembre todavía.
Pero nada… todo esto se resuelve ahora que Kanye West, el rapero bipolar (diagnosticado) y esposo de Kim Kardashian, ha decidido postularse para Presidente de Estados Unidos.
Kanye West… Presidente de los Estados Unidos… (pausa larga y embarazosa).
Quizás Taylor Swift le puede devolver el favor e interrumpir la ceremonia de inauguración, quitándole el micrófono a Kanye para decir unas tonterías (a lo “MTV Video Music Awards” del 2009).
No me extrañaría que ganara, para cerrar el 2020 con broche de oro.