En el 2003, tras unas protestas masivas similares a las recién ocurridas para remover a Ricardo Rosselló de la gobernación, el pueblo puertorriqueño logró que la Marina estadounidense se fuera de la isla de Vieques.
Pregunta: Desde aquel entonces, ¿qué ha sucedido con lo que era la base de Roosevelt Roads en Ceiba? Respuesta: Muy poco. Mucha habladuría de planificación, pero poca acción, y miles de cuerdas de terreno todavía sin un desarrollo que beneficie al pueblo puertorriqueño, especialmente al municipio donde reside la antigua base, Ceiba.
Avance rápido al 2019, y acabamos de tener una serie de protestas quizás hasta más masivas que las del 2003, para remover a Rosselló de su puesto. En la noche del 24 de julio, el propósito se logró. ¿Y ahora qué?
Escucho decir que gracias a la gran participación de los “Millennials”, se pudo lograr lo que en el pasado hubiese sido difícil lograr. Hablemos claro… corrupción en un gobierno puertorriqueño ha sido el “pan de cada día” por décadas. No comenzó con Rosselló, hijo. Ni tan siquiera comenzó con Rosselló, padre. Este mal ha ocurrido en todas las administraciones, independiente del color de la bandera del partido.
Pero fue con Ricardo Rosselló, culminando con el infame “chat” que representó la “gota que colmó la copa”, que finalmente se levantó el pueblo, incluyendo los mencionados “Millennials” del “yo no me dejo”, para lograr la tan esperada renuncia.
Siendo miembro de los “Baby Boomers”, me uno al coro que felicita a los “Millennials” por su persistencia y energía que contribuyó grandemente a la eventual renuncia.
Pero… y sabían que venía el “pero”… esto no termina aquí. Según el pueblo sacó a la Marina de Vieques y todavía la antigua Base Roosevelt Roads permanece vergonzosamente poco desarrollada dieciséis (16) años más tarde de la partida de la Marina, hay que aprender de las lecciones del pasado y no dejar un trabajo a mitad.
Por el momento, el puesto de Gobernador lo ocupará la persona a quien le toque según la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico bajo las condiciones de la destitución o renuncia de un Gobernador. Hasta el momento, parecería ser la Secretaria de Justicia, Wanda Vázquez.
Afortunadamente, estos hechos han ocurrido a todavía año y medio de las elecciones del 2020. Por lo tanto, tenemos tiempo para que la candidatura independiente, que tanto progreso tuvo en el 2016, se haga sentir y continúe su trayectoria en el 2020.
Lo peor que puede pasar es que el votante en Puerto Rico corra a las urnas en noviembre del 2020 a dar un “voto de castigo” sin pensar en quienes van a ser electos, y los resultados desastrosos que esto causaría. Sería dar retroceso a todo lo ocurrido en las pasadas dos semanas, en las cuales se ha hecho historia en Puerto Rico. Sería volver hacia atrás al sistema bipartidista con los mismos malos actores y políticos de por vida y reciclados. Sería hundir aún más la imagen de Puerto Rico, que tanto ha sufrido tanto internamente como en el exterior.
Si dejamos este trabajo inconcluso, la historia nos recordará de muy mala manera. Nos mereceremos todas las consecuencias negativas que esto pudiera tener.
Los “Millennials” hoy celebran el haber logrado lo que generaciones pasadas nunca pudieron hacer. Vamos a ver ahora si de aquí a año y medio terminan el trabajo votando inteligentemente, y no con el descuido emocional que nos ha caracterizado por muchos años.
En mi previo artículo, “Se Busca: Gobernador”, expongo opiniones sobre lo que se debe exigir de un nuevo Gobernante. Lo seguiré recomendando a viva voz.