Uno de los problemas graves que está afectando tanto a la profesión médica como al público en general es el factor añadido de los planes médicos, y el poder que estos han asumido. Tan es así, que en muchos casos la salud de personas se ve afectada porque la obstaculización de los planes previene que estos reciban los tratamientos o medicamentos necesarios. Esto no obstante las mejores intenciones de los médicos, lo cuales se encuentran más y más frustrados diariamente con las exigencias que siguen aumentando por parte de los planes médicos.
Imagínese el siguiente intercambio ficticio entre un mecánico automotriz y un cliente, si este tuviera que acogerse a un “plan de reparaciones y mantenimiento.”
Mecánico: “Permítame un momento en lo que llamo a su plan para autorización de los mantenimientos que le estoy recomendando.”
Cliente:“Por supuesto.”
Mecánico: (por teléfono) “Saludos. Llamo para indicarles que le he recomendado a mi cliente Rey un cambio de los “pads” de los frenos de su carro.”
Representante del Plan: “¿Qué grosor tienen los “pads”?”
Mecánico: “Están en tres milímetros.”
Representante: “Caramba, no podemos autorizar un cambio de “pads” hasta que estén en menos de un milímetro.”
Mecánico: (perplejo) “Pero eso es… como tela de cebolla. Se deben cambiar ahora.”
Representante: “Lo sentimos. El plan no puede autorizar el cambio.”
Mecánico: “Bueno, no estoy de acuerdo. Pero aprovecho para decir que estoy recomendando un cambio de aceite y filtro al motor del carro del cliente. Tiene un millaje de 8 mil millas desde el último cambio.”
Representante: “Lamentablemente no autorizamos el cambio de filtro y aceite hasta las 12 mil millas. En adición, cuando le haga el cambio, deberá utilizar un filtro no original y aceite marca Metralla.”
Mecánico: (molesto) “Oiga disculpe, pero aquí el técnico de carros soy yo. Tengo mi licencia y muchos años de experiencia.”
Representante: “De querer cambiar el filtro y aceite antes de las 12 mil millas, tiene que escribir una justificación con todos los detalles y enviárnosla, para nosotros evaluar el caso y tomar una decisión.”
Es un relato ficticio, pero ilustra la ridiculez del alcance y poder que tienen y están ejerciendo los planes médicos actualmente. Ha llegado al punto donde cuestionan las decisiones de los médicos, tanto en frecuencia y número de terapias, como en tratamientos específicos que el médico ordena, como en medicamentos que el médico quiere recetar.
Gracias a Dios yo estudié y practiqué la ingeniería, pues no creo tener el temperamento necesario para lidiar con exigencias y cuestionamientos de personas que no tienen un grado en medicina.
Puerto Rico ha tenido ya un éxodo de profesionales, incluyendo médicos, que se fueron de la isla después de María. No necesitamos la presión añadida de planes médicos cuya prioridad menor es la salud pública, y la mayor son las ganancias financieras de sus accionistas.
Los que salen perdiendo en todo esto no son solo los médicos, sino el público en general. El tener un intermediario en asuntos que antes eran entre doctor y paciente es un detrimento a la salud pública, y en algún momento entiendo el gobierno debe tomar cartas en el asunto.
Luego de haber recibido dos comentarios sobre el artículo, tuve que editar el mismo. Que quede claro que es un relato ficticio. El artículo en realidad es una analogía de cómo sería el campo de la mecánica automotriz si tuviera los mismos problemas que tiene la medicina (pacientes y médicos) hoy en día con los planes médicos.