Terremotos… pandemia… tragedias personales… crisis económica…
Ya se acerca el final del 2020, y si hay un sentimiento casi unánime entre la población, es que el fin de año no puede llegar suficiente rápido.
Aún con las dificultades desde el Huracán María para acá, es difícil negar que el 2020 ha “botado la pelota.” Aquí comenzamos el año con los terremotos que afectaron el área sur de la isla por meses. Luego vino y se desarrolló el coronavirus, que sigue haciendo estragos en Puerto Rico y el mundo entero.
En Estados Unidos la política le quitó el primer premio de lo absurdo a la de Puerto Rico… y los problemas raciales volvieron a niveles no vistos en muchos años. Vinieron las elecciones, y en Estados Unidos hay un Presidente que va a haber que sacar forzosamente de la Casa Blanca.
Por estas y otras razones, la despedida del 2020 promete ser una celebración “en esteroides.” Esperemos que prevalezca el sentido común y la seguridad. Después de todo, seguimos en el medio de una pandemia, y hay que seguir utilizando las medidas de higiene personal, distanciamiento social, y mascarillas.
Algunas ideas para despedir el 2020 sanamente y sin peligros al prójimo:
- Una piñata con el número 2020.
- Escribir cartas al 2020, despidiéndolo, y leerlas a la media noche en familia.
- Despedir el año 24 veces… una para cada zona alrededor del mundo (escoger una cuidad de cada zona y brindar por ella).
Pero sobre todo quería escribir para desearles a todos paz y felicidades. En doble ración. No solo felicidades, sino bendiciones, porque tenemos que apegarnos más a Dios como nunca antes. Debemos dar gracias por aquellas cosas positivas que nos han sucedido en el 2020, como también pedir paz, comprensión, y fortaleza para lidiar con lo negativo.
En este año entrante, que Dios tenga misericordia con el mundo entero, y podamos ir saliendo poco a poco de los estragos hechos por el COVID-19. Que Dios le dé sabiduría a los líderes tanto de Puerto Rico, como de Estados Unidos y mundialmente… para lidiar con los problemas que nos acechan hoy en día.
Que Dios permita que las enormes divisiones políticas entre seres humanos disminuyan, y prevalezca la cordura, la decencia, y el sentido común. Que busquemos aquello que nos une, en vez de siempre estar buscando aquello que nos divide.
Que tengamos pausa en nuestro diario vivir, y reflexionemos hacia donde cada uno de nosotros se dirige. Es fácil caer en un ciclo vicioso o un espiral descendiente sin darnos cuenta. Tenemos que “jamaquearnos” nosotros mismos y crear conciencia del daño que las actitudes de hoy en día nos hacen colectivamente.
Los dejo con mis mejores deseos que las experiencias del 2020 nos hagan a todos mejores personas, y personas más agradecidas de lo que sí tenemos. Y les deseo porciones doble de salud, paz, y mucha felicidad.
Que todos tengamos un bendecido 2021.