Dejé pasar una semana antes de dar mis impresiones, pues lo creo saludable. También, para distanciarme de los analistas políticos y sus predecibles reacciones. Preguntarle a un analista político sobre quién ganó un debate, es como preguntarle a un vendedor de carros cuál es el mejor “dealer.”
Vi el debate concentrándome en los candidatos, más que en sus partidos políticos… algo que entiendo muchos de los votantes en Puerto Rico son incapaces de hacer.
A continuación, mis impresiones de cada uno.
Para comenzar, entiendo que ninguno de los candidatos “se estrelló.” Todos lucieron según lo esperado, y en algunos casos quizás hasta un poco mejor.
Pedro Pierluisi (PNP) obviamente era el candidato con el blanco pintado en la frente. Es el candidato del partido en el poder actualmente. El partido que “todos odian”, y considerado por muchos como el partido de la corrupción.
Mi impresión personal es que no lo hizo tan mal. Dada la postura defensiva en la que obligatoriamente lo pusieron el resto de los candidatos, luchó por proyectar cierta sinceridad, y deseo de querer mejorar las cosas. Se proyectó con coraje, lo cual puede ser visto tanto positivo como negativo… pero cierta firmeza era necesaria. Si no, iba a jugar el papel de saco de boxeo.
Charlie Delgado (PPD) tenía la posición ventajosa de no tener que defenderse. Se expresó bien, lució calmado… y aprovechó las oportunidades para atacar a Pierluisi. En mi opinión hizo lo esperado, ni más ni menos.
El problema de los dos anteriores es que siguen representando partidos cuya vida útil ha llegado a su final. Vuelvo y hago hincapié en mi artículo de junio 2019 sobre ambos partidos. El hecho que Pierluisi represente el ideal de la estadidad está bien. Pero sigue vinculado a un partido que se ha ganado toda la enemistad que hoy recibe.
Cualquier aspirante político que apoyara la estadidad y rechazara el PNP como el partido de corrupción, título que por cierto se ha ganado, arrastraría con un número sorprendente de votantes.
Delgado, por otro lado, representa el otro lado de la moneda ya “requete” gastada. Más de cincuenta (50) años de “sube-y-baja” entre los “rojos y los azules”, y se ha comprobado que la corrupción e ineptitud existen en AMBOS. De ganar el PPD estas elecciones, no solo promovería la continuidad de este ciclo vicioso y nauseabundo… sino que le proveería vida extendida a la carrera política de ciertos “PNP-istas” que lo que hacen es destruir el país.
Alexandra Lúgaro (MVC) tuvo un buen desempeño en el debate. Encabezó ataques al PNP, pero de igual manera se acordó de arremeter contra el PPD. Inclusive, hubo un momento en el debate donde tuvo un intercambio con el Dr. César Vázquez (Proyecto Dignidad) sobre la perspectiva de géneros.
El Dr. Vázquez debió haber dibujado una línea clara entre los temas de ideología de géneros, y la violencia de géneros. En el primero, estoy de acuerdo con él. En el segundo no lo estoy, y creo que perdió votos contra Lúgaro. Son dos temas diferentes, en mi opinión.
Concurro con los analistas que le dieron buena nota a Juan Dalmau (PIP) por su desempeño en el debate. Articuló bien sus ideas, y lució confiado y sereno. Intentó atraer votantes de diferentes ideologías de estatus, concentrándose en su carácter. Pero sigue representando un estatus político que no tiene gran seguimiento en Puerto Rico.
Los demás candidatos (Dr. Vázquez, y el ingeniero Eliezer Molina) tuvieron sus momentos, aunque la energía que le faltaba el Dr. Vázquez al parecer le sobraba a Molina. El “body language” de Molina a veces no le favorecía, pero expresó bien sus ideas y fue de los pocos que atacó a Charlie Delgado al igual que a Pierluisi.
Estas elecciones son sumamente importantes. Sigo “lloviendo sobre lo mojado” en el sentido que el PNP y el PPD ya tienen al pueblo de Puerto Rico cansado. Décadas de “lo mismo lo mismo lo mismo” nos han llevado a una quiebra fiscal, crisis sociales, y una imagen negativa ante el gobierno de los Estados Unidos.
Veremos a ver qué sucede en estas elecciones. Si el votante de Puerto Rico sigue acudiendo al “voto del castigo”, o a votar por los partidos de sus abuelos… estamos mal. Si el votante de Puerto Rico sigue con la práctica retrógrada del voto íntegro, estamos mal.
Para salir de este hoyo, tenemos que comenzar a votar inteligentemente.
De acuerdo contigo que un candidato estadista sin asociación al PNP sería de atractivo a muchos. Mira a ver Rey, Acuña el término ENP; “Estadistas No Progresistas”.
¿Verdad que sí? Quién sabe si esto es algo que está “gritando a todo pulmón” que se haga… y nadie lo ha hecho todavía. Excepto que yo tendría cuidado con lo de “No Progresistas.” El término per se viene de “progresismo” el cual es el ideal de buscar el desarrollo y el progreso de la sociedad. Bendito… la palabra no tiene la culpa que el PNP la haya adoptado para su nombre sin hacerle justicia. Yo diría mejor “Estadista No PNP-ista.”
Muchas gracias por tus comentarios, Esteban.