Hace tiempo que no escribo en mi “blog”, pero la situación actual prácticamente me exige que lo haga. Me refiero a la situación actual con el suplido de energía eléctrica y de agua en la isla.
Tantos ángulos por los cuales uno se puede ir…
Comencemos con el hecho, mayormente aceptado, que el suplido consistente de energía eléctrica en Puerto Rico durante décadas no ha sido una de nuestras fortalezas. Claro, nos podemos comparar con países subdesarrollados con infraestructuras tradicionalmente débiles, pero…
Si vamos a ser realistas, las comparaciones más apropiadas son con los Estados Unidos, nación a la cual pertenecemos en calidad de territorio (independientemente del título que le queramos poner). Admitamos que en ningún Estado de EEUU ocurren los apagones (ni falta de servicio de agua potable) con nada que se acerque a la frecuencia que los tenemos aquí.
Ahora bien… ¿de quién es la culpa? Por décadas, le podíamos echar la culpa totalmente a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), salpicando a los políticos que permitían la pésima administración de dicha agencia, y no asignaban ni la prioridad ni la responsabilidad a los que la dirigían.
El que no esperaba (o quería) que en algún momento iban a privatizar el suplido de energía… o vivía en otro planeta… o había estado en coma todos estos años. Por fin, en junio de este año, tomó efecto un contrato con LUMA Energy, bajo el cual la generación de energía sigue siendo responsabilidad de la AEE… pero la transmisión de dicha energía ahora le toca a LUMA.
¿Bueno? ¿Malo? Hay millones de opiniones al respecto. Pero un hecho indiscutible es que desde junio de este año, nosotros los puertorriqueños hemos estado sufriendo un “fracatán” de apagones, y la situación está peor que nunca. Descontemos el Huracán María. Esto fue un desastre natural, el cual causó estragos en el sistema eléctrico… y era de esperarse que estuviésemos un tiempo recuperándonos.
Creo hablar por todos los puertorriqueños cuando digo que gracias a Dios que hasta la fecha no hemos tenido el impacto de una tormenta tropical.
Volvemos… ¿de quién es la culpa? Lo cierto es que el arreglo actual permite el juego de “la papa caliente” entre LUMA y la AEE.
LUMA: “No nos están generando suficiente energía para todo el mundo, y tenemos que estar haciendo relevos de carga.”
AEE: “LUMA no está trabajando suficientemente bien con el sistema de transmisión.”
Mientras tanto, la situación va de mal en peor. En mi caso personal, esto ha coincidido con un alza repentina de averías en el sistema de agua, suplida por la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA). “Cuando no se llevan la luz… se llevan el agua. Y hay veces que los dos a la vez.”
Soy uno de aquellos que con el tiempo he instalado una cisterna en mi casa, y tengo un generador de emergencia para la energía eléctrica. Pero…
- No se supone que los ciudadanos de un país desarrollado se tengan que suplir su propia energía y agua potable.
- Hay miles y miles de personas sin los medios económicos para obtener estas cosas que ya no son lujos, sino necesidades.
- Hay miles y miles de personas con condiciones médicas que requieren electricidad para sus equipos médicos. ¿Qué hay con estas personas?
Nos estamos acercando al punto de “masa crítica” similar a lo que ocurrió en verano del 2019, cuando el pueblo se movilizó y obligó la renuncia del entonces Gobernador de Puerto Rico.
Lo cierto es que esto no es sostenible.