Hablemos de Cultura

Dada la cantidad de turismo que recibe Puerto Rico, añadida al movimiento de estadounidenses a la isla para vivir, es a menudo que escucho (o leo) gente mencionar nuestra cultura.

Lamentablemente, muchas veces es para “explicar” comportamientos que resultan raros o chocantes a los que vienen de afuera.  Esto me lleva a un punto de partida lógico.

Comencemos con la definición de la palabra “cultura.”

Hay muchas, pero mezclé par que me gustaron y salió esta:

“Conjunto de modos de vida, conocimientos, y costumbres que caracteriza a una población determinada en una época determinada y que es transmitido a las generaciones siguientes.”

Según Google, “la cultura puertorriqueña es una rica mezcla de influencias indígenas, españolas y africanas.”  A esto, yo le añadiría la influencia norteamericana, dado nuestro vínculo con los Estados Unidos.

Nuestra (porque yo soy puertorriqueño) cultura es rica en música, gastronomía, diversidad de orígenes, tradiciones, religión, artes, habilidades, y muchas cosas más.

Pero aquí me presto a educar a aquellos que utilizan la palabra “cultura” incorrectamente.

El violar los derechos de los demás NO ES “nuestra cultura.”

El alborotar sin consideración a nuestros alrededores NO ES “nuestra cultura.”

El dejar basura para que otro la recoja NO ES “nuestra cultura.”

El ofender a alguien porque no es de aquí NO ES “nuestra cultura.”

El hacer caso omiso a las leyes de tránsito NO ES “nuestra cultura.”

El botar perros a la calle cuando ya no los queremos NO ES “nuestra cultura.”

El soltar los perros para que hagan sus necesidades en patios ajenos NO ES “nuestra cultura.”

Pudiera seguir, pero el mensaje está claro. 

Contestar protestas o críticas sobre nuestro comportamiento desconsiderado con la excusa de que “esta es nuestra cultura” no solo es incorrecto.  Sino que también es ofensivo a aquellos de nosotros que tenemos un alto sentido de moralidad y un buen conjunto de valores.

Finalmente, esto…

Definitivamente NO ES “nuestra cultura.”

El ser boricua se demuestra con nuestras mejores cualidades.  No con chabacanería ni con “sacar pecho.”  

No le achaquemos nuestros malos hábitos a cultura.