Hemos atravesado un evento transcendental en nuestra historia. El mundo ha puesto la mira en nosotros y por primera vez en mucho tiempo, ha sido de forma positiva en varios aspectos. El pueblo logró hacerse sentir y escuchar de una forma que ningún otro país ha logrado.
Ahora… ¿Cómo procedemos, y que lecciones debimos haber aprendido? (Y si no… ¿Qué lecciones debemos aprender?) A seguir ofrezco algunas.
Primero… ahora no es el tiempo para oportunismo político. Se ve feo y nadie lo va a aceptar. Ya hay varios de los personajes de siempre tratando de sacarle millaje a la situación. Me imagino que son los mismos que se pondrían a promocionar su floristería en medio de un entierro.
Segundo… la persona que termine como Gobernador interino en sustitución de Ricardo Rosselló es eso mismo, Gobernador interino. No elegido por votación… no necesariamente el mejor candidato para gobernar en estos momentos. Es la persona que según la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico le toca la gobernación cuando el Gobernador titular no termina su término. Nos conviene a todos que sea alguien que gobierne bien, pero la realidad es que está “llenando un hueco” hasta las próximas elecciones en el 2020. Esperemos que esta persona mantenga en mente todo lo ocurrido para sacar a Ricardo Rosselló, y utilice esto como incentivo para bregar bien.
Tercero… espero no vivamos el cuento de hadas que, de ahora en adelante cada vez que un Gobernador (u otro servidor público) diga o haga algo que no le caiga bien al pueblo… va a haber una marcha para sacarlo. Este comentario puede que caiga pesado al principio… pero estoy seguro que muchos saben a lo que me refiero. Somos un país de leyes y orden. Que quede claro… la remoción de Rosselló del poder era algo totalmente necesario. La culminación de décadas de gobiernos cada día más ineptos y corruptos. Sí… dije “décadas.” O sea… que esto no comenzó con Ricardo Rosselló. Esto lleva tiempo acumulándose. El famoso “chat” donde participó Rosselló solo fue la proverbial “gota que colmó la gota.” Pero seguimos siendo un pueblo de leyes, orden, y respeto.
Los próximos Gobernadores, incluyendo el que escojamos en el 2020, van a heredar situaciones difíciles y problemas inmensos. Eso conlleva decisiones difíciles, que no siempre son del agrado ni entendimiento de toda la población. Pero son hechas con la visión de que a largo plazo Puerto Rico va a ser un mejor sitio para vivir. No podemos hacer una marcha cada vez que un Gobernador tome una decisión difícil y se molesten unos cuantos.
Cuarto… ni el PPD ni el PNP, en su estado actual, sirven. Ahora no es el tiempo de elegir candidatos por sus creencias de estatus. Ahora es el tiempo de elegir candidatos independientes cuyas visiones para Puerto Rico en cuanto a la economía, salud, seguridad, y educación sean visiones inteligentes y positivas.
El pueblo ya demostró que puede unirse para exigir, y lograr, la renuncia de un Gobernador. Algo que permanecerá en la historia como un momento decisivo, o punto de inflexión (“turning point”) en Puerto Rico. Ahora vamos a demostrar que sabemos utilizar ese momento para reestructurar la política de este país, que tanto lo necesita.
Es tiempo de ponernos a trabajar en la reconstrucción. ¡Manos a la obra!