Me he puesto a pensar. Comencé un “blog” con el propósito de hacer crítica social y constructiva de Puerto Rico pero… ahora me pongo en el lugar del lector que lee mi “blog.” Un amigo una vez me dijo, “Al puertorriqueño no le gusta que lo critiquen.” Queriendo decir quizás que si mis artículos siempre eran sobre cómo mejorar las cosas en Puerto Rico, quizás el recibimiento del público a mi “blog” no sería el mejor.
Así que quiero aclarar algo aquí para no quede duda. Lo que hago lo hago porque amo a Puerto Rico. Como digo en la sección de “Sobre Mí”, soy puertorriqueño y extremadamente orgulloso de serlo. Aquí fui criado, aquí criamos a nuestras hijas, y aquí nos hemos quedado. Di un ejemplo en un previo artículo en el cual le respondí a una crítica de un norteamericano hace muchos años en el periódico. Publicaron mi carta, de lo cual me sentí satisfecho y orgulloso. Críticas constructivas son bienvenidas. Críticas por criticar no lo son.
Hay mucho que amar aquí. Nuestro privilegiado clima. Nuestra belleza natural, incluyendo playas, montañas, bosques, lagos, ríos, cataratas… aquí hay de todo un poco. Amo nuestra privilegiada cultura, donde tenemos mezcla de caribeños, españoles, africanos, norteamericanos, y otros. Tenemos en mi opinión de los géneros más cotizados y populares en la música. Nos hemos destacado en muchos campos, como el deporte, las ciencias, las artes, y otros. Los profesionales que salen de aquí son altamente cotizados, como mi ejemplo propio cuando me gradué de Mayagüez, y tuve media docena de compañías estadounidenses ofreciéndome empleo. Somos gente alegre, dada, expresiva, generosa, y trabajadora. Más orgulloso no puedo ser. Me siento privilegiado de dominar dos idiomas como son el español y el inglés.
Ahora… por el amor que le tengo a mi isla… es por eso que tomé la decisión de comenzar este “blog.” La autocrítica, si es constructiva, no es nada malo y nada a lo que hay que tenerle miedo. Al contrario, con un espíritu de mejoramiento constante, podemos seguir progresando y corrigiendo aquellas cosas que deberíamos corregir. No podemos cerrar los ojos y hacernos de cuenta que no hay nada que mejorar. La complacencia es el peor enemigo del progreso. ¡Cuántas personas de países menos privilegiados no darían lo que no tienen para poder vivir en este paraíso, donde darían el todo por el todo para ayudar a mejorar algunas cosas y mantener otras!
Quisiera llegar a más personas, pero lamentablemente eso no está a mi alcance. A no todo el mundo le gusta leer, y menos un “blog” que aparentemente lo que hace es “criticar” a Puerto Rico. Si no me importaran las cosas aquí, miren… siempre tuviera la opción de vivir en otro lado. Gracias a Dios mi situación personal me lo permitiría. Pero ese no es mi deseo. Mi deseo es poner ese granito de arena para ayudar a que las cosas que tienen que mejorar mejoren.
Así que, para no prolongar este breve escrito, ya que el largo de los artículos también tienen mucho que ver con la atención que se les presta, concluyo aquí reiterando lo que ya he dicho en varios artículos y también en este. Que debemos como pueblo adoptar una mentalidad que siempre hay algo que podemos hacer para mejorar la situación en que estamos, para el bien de nosotros mismos, nuestros hijos, y nuestros nietos.
Gracias.