Obviamente uno de los renglones más críticos para la calidad de vida de los puertorriqueños y la prosperidad de nuestra isla es la economía. Cuando ocurrió la recesión en Estados Unidos para los años 2007 al 2009, vimos que Puerto Rico, como era de esperarse, cayó en la misma recesión. La economía en Estados Unidos nos afectó a nosotros. Pero en EEUU hubo una recuperación, a diferencia de nosotros, donde hemos seguido en el mismo hoyo desde entonces, encontrándonos ahora con una deuda fiscal multibillonaria, y un sistema de infraestructura lastimado por el Huracán María en el 2017. Mientras tanto, seguimos jugando a la política, sin ver un verdadero cambio en cómo hemos hecho las cosas durante tantas y tantas décadas. Como se ha dicho por ahí, este debe ser el momento de aprovechar y reestructurarnos de una manera efectiva. Pero del dicho al hecho hay un trecho, y de nuevo muchas cosas se quedan en palabras, algo frustrante que ocurre muy a menudo. ¿Cómo podemos comenzar a salir de este hoyo interminable, el cual ha sido un factor determinante para que muchas familias puertorriqueñas hayan salido huyendo a EEUU?
Vuelvo a mencionar la frase “thinking outside the box.” Pensar fuera del cajón. Cuando quieres arreglar algo, muchas veces tienes que ponerlo en la mesa, desmantelarlo completamente, examinar todas sus partes, y re-ensamblarlo. Pero a veces hay que rediseñar.
Hay que preguntarse, ¿Cuáles son las industrias principales de Puerto Rico? ¿De que obtenemos nuestro sustento, nuestros empleos? ¿Qué es lo que mueve la economía en Puerto Rico? Antes de seguir, quiero hacer una aclaración. No soy economista. Tengo mi profesión, pero es en la rama de Ingeniería, y lo mío siempre ha sido lo técnico. No obstante, tengo mis ideas y las comparto aquí.
Tradicionalmente, la industria principal de Puerto Rico siempre ha sido la manufactura. Pero todos sabemos las bajas y las dificultades que esta industria ha atravesado. Entre la eliminación de los incentivos contributivos a las corporaciones con plantas de manufactura aquí, los costos prohibitivos de la energía en Puerto Rico, la búsqueda de mano de obra más barata por corporaciones dispuestas a mover sus plantas a otros países, y otros factores, hemos visto como esto ha disminuido el sector de la manufactura a un nivel muy lejos de los años pico de los ’80. En mi humilde opinión, por más que digan que esto va a regresar como estaba, respetuosamente discrepo. Así que, ¿Qué podemos hacer al respecto?
Para empezar, hay que hacer un análisis exhaustivo de las industrias en Puerto Rico, y que potencial tienen para crecer y en parte reemplazar el hueco que ha dejado el bajón en la manufactura. En otras palabras, hay que reinventarse. De nuevo, muchos lo dicen, pero hay que enrollarse las mangas y ponerse a trabajar.
¿Qué otras industrias tiene Puerto Rico? Bueno, está el turismo, la agricultura, la banca, la industria de servicios, el comercio.
En cada una de estas, existe la posibilidad de sentarse a examinar como lo estamos haciendo, y salir con muchas ideas de como mejorar. Ese ejercicio obviamente está fuera del alcance de lo que pretende este artículo. Aquí yo solo pretendo crear un poco de consciencia de que urgentemente hace falta un esfuerzo concentrado y sobre todo… APOLITICO… para optimizar el cómo manejamos estas otras industrias en nuestro país. En cada una de ellas, podemos utilizar algunos de los principios que he venido mencionando en otros artículos. “Thinking outside of the box”. Copiándonos de manera efectiva.
Cojamos el turismo por ejemplo. Alguien dígame que tiene de malo ver como otros países manejan su turismo, muchos con mucho menos materia prima para trabajar. ¿Qué quise decir con eso? Como anécdota, hace unos meses mi esposa y yo estuvimos en el área de Ft. Lauderdale y Hollywood en Florida. Nos llevaron una tarde a pasear por un paseo tablado a lo largo de parte de la costa. Allí quedamos asombrados como habían puesto aquello. Con mis disculpas a los naturales de Florida… las playas de Ft. Lauderdale no les llegan ni a los tobillos a las de Puerto Rico. Sin embargo, con lo relativamente poco que tienen, han hecho maravillas. Los negocios limpios, lindos y ordenados. Gente de todas las edades corriendo bicicleta, triciclos, o simplemente disfrutando del paseo tablado y la playa. Negocios de diferentes tipos. Entretenimiento sano y bien organizado. NADA de basura en la playa, la calle, el paseo, en ningún sitio. Daba gusto caminar por ahí. Un ambiente agradable. Si esto lo pueden hacer en Florida, en Puerto Rico lo podemos hacer a la máxima potencia.
Hace años mi esposa y yo nos quedamos en Punta Cana por una semana. Aparte de la belleza natural de las playas y el hotel donde nos quedamos, lo que más nos impactó fue la calidad del servicio que obtuvimos ahí. Todo por un precio extremadamente razonable. No es mera coincidencia que muchos europeos y turistas provenientes de otras partes del mundo van directo a la Republica Dominicana sin pensarlo dos veces. Paran en Puerto Rico para hacer escala. ¿Quedarse aquí? Los hoteles son muy caros, y aunque siempre hay excepciones, por lo general el servicio es del tipo que dan como si te estuvieran haciendo un favor.
Puerto Rico es una isla caribeña. Querámoslo o no, el turismo siempre va a ser una parte necesaria de nuestra economía. Por lo tanto, manejarlo de la manera más efectiva y productiva es, en estos tiempos, más importante que nunca. Pero para lograrlo hay que dejar la política a un lado, pensar fuera del cajón, aprender a copiarnos y olvidarnos de que “Puerto Rico lo hace mejor”, y verdaderamente enrollarnos las mangas y ponernos a trabajar. Ahí es donde el gobierno inflado que tenemos tiene que ganarse los chavos.
Seguiremos con la economía en otro artículo.
A mí me asombró lo fácil que aceptamos volver a lo mismo luego de recuperarnos del huracán, sin pensar que la misma infraestructura nos deja susceptibles en caso del próximo huracán que inevitablemente vendrá eventualmente. Lo considero peligroso que no podamos aprender de nuestros errores y experiencias, y la facilidad con que la gente olvida todo en cuanto les llega la luz y vuelven a la normalidad.
Gracias por tus comentarios, Vanessa. Algunos seres humanos y algunos gobiernos, sufren de corta memoria. Está bien que al principio inmediatamente después de María nos concentráramos en reestablecer el servicio eléctrico lo más rápido posible a la mayor cantidad de gente posible. Pero una vez reestablecido el servicio, el énfasis debe ser en fortalecer el sistema en su totalidad, para disminuir nuestra vulnerabilidad. Si no estamos haciendo eso con la misma urgencia, estamos pecando grandemente.
Muy cierto el punto sobre la calidad del servicio al cliente en P. R. En los bancos, oficinas de médicos, tiendas, hasta restaurantes y hoteles el trato del personal tiende a ser a la prisa (paradójicamente, aun así hay que esperar una eternidad) y con el mínimo esfuerzo posible. Claro, también hay mucha gente que realmente se siente orgullosa de su trabajo y así lo demuestra con su desempeño eficaz y su trato amable. Lamentable, creo que no son la norma sino la excepción. Entiendo que la mala remuneración es un factor. Por eso much@s se van de P.R. en búsqueda de un mejor porvenir. Aún así, siempre se debe dar lo mejor de uno y hacer las cosas con integridad.
La calidad de servicio en la industria turística es clave, aunque también lo es en todas industrias donde existe servicio al cliente. Hoy en día uno ve algunas industrias que han adoptado la práctica de grabar conversaciones telefónicas con el cliente para asegurar la calidad de la llamada. Esto debe ser obligatorio en todas. El ofrecer encuestas de calidad al final de las llamadas debería ser obligatorio también. Los negocios turísticos todos deberían tener la opción de ser evaluados por el cliente en cuanto al trato del empleado de servicio. Estas son medidas básicas que ayudarían a mejorar la calidad de servicio en todas las industrias, pero en específico el turismo, del cual tanto dependemos. Gracias por tus comentarios, Angela.