Quiero que alguien me diga el porqué de la existencia de los partidos políticos a nivel municipal. Y por favor… no quiero escuchar el que “siempre ha sido así”, o “no funciona de ninguna otra forma.”
Hace dos años y medio (julio 2019), escribí un artículo (“¡Desmantelen el PNP y el PPD!“). Entiendo la necesidad de los partidos políticos a nivel estatal, aunque en mayo 2020 escribí otro artículo (“¿Cómo Decides Cómo Votar?”).
En Estados Unidos los partidos representan plataformas de ideologías diferentes sobre muchos temas. En Puerto Rico no es así, pero vamos… digamos que los partidos son necesarios por cuestión del dichoso estatus.
Pero… ¿¿a nivel municipal?? ¿Qué posible razón existe para que en Puerto Rico retengamos la arcaica estructura política a nivel de municipio? Excepto con el propósito de marginar personas dedicadas y con talento, cuya única “falla” es pertenecer al partido equivocado.
Salgamos del obsoleto paradigma, ¡por favor!
Albert Einstein dijo: “La locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes.”
¿No es esto lo que estamos haciendo?
Vuelvo… ¿Por qué necesitamos la identidad de los partidos políticos a nivel municipal? ¿Por qué no podemos despojar las elecciones a nivel municipal de identidad política y dejar que los candidatos a la Alcaldía salgan electos por sus propios méritos?
De esa forma suceden varias cosas:
- No hay excusa que el gobierno central favorece a ciertos municipios, dependiendo del “color.”
- No hay razón para marginar personas competentes, ni premiar “soplapotes.”
- Ningún alcalde puede “coger pon” porque su partido salió electo en las elecciones estatales.
Me tiene hastiado el escuchar que “fulano” o “sultano” no pueden hacer “x” o “y” cosa, especialmente si tiene que ver con el municipio, porque son del otro partido y no son bienvenidos. “Ridículo” es una palabra muy débil para describir lo que realmente pienso sobre esas payasadas.
La solución tiene que comenzar con la gente. El problema es que todos se quejan de la política de Puerto Rico… pero a muchos les divierte. Como las telenovelas que “nadie ve” pero nadie se las pierde.
¿Qué pensaría Einstein de esto?