Se Acabaron las Elecciones… ¿Y Ahora?

El Partido Nuevo Progresista (PNP) ganó la gobernación con un 32 por ciento, y apenas un por ciento de ventaja sobre el Partido Popular Democrático (PPD).  Viendo la cobertura en Telemundo, no pude evitar notar los comentarios de lamento corriendo por la parte inferior de la pantalla.

¿Qué podemos deducir del proceso electoral y sus resultados?  Hay varias cosas.

  1. Los otros cuatro candidatos juntos obtuvieron un 37 por ciento del voto (con el 92 por ciento de los colegios reportados). De haberse tratado de un solo partido, hubiesen derrotado al PNP y al PPD.
  2. La tendencia de los otros partidos (no PNP o PPD) ha ido subiendo dramáticamente en las últimas tres elecciones.
    • 2012 – 4.5%
    • 2016 – 19.3%
    • 2020 – 36.9%
  3. Al igual que en el 2012 y el 2016, hubieron cuatro otros partidos, incluyendo el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), los cuales se dividieron los otros votos.

Luego de los eventos del verano del 2019, cuando protestas masivas del pueblo obligaron la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló (PNP), se entendía y se difundía por los medios sociales que “No Más Rojo Ni Azul.”  O sea, que el terreno estaba fértil para que ganara otro partido en el 2020.

El hecho de que Pedro Pierluisi (PNP) ganó la gobernación, ha resultado ser decepcionante para muchos.  Pero la realidad es que el pueblo puertorriqueño lleva 70 años eligiendo un gobernante de uno de los dos partidos (PNP, PPD).

El “voto del castigo” se conoce como la herramienta con la cual los electores sacan al partido que está en poder, para poner al otro.  Costumbres de 70 años son difíciles de romper.  Especialmente cuando todavía para muchos electores “no existe” ningún otro partido.

He escrito en el pasado sobre la necesidad de eliminar o cambiar estos dos partidos (“Desmantelen el PNP y el PPD!”).  Pero lo ideal es que los electores continúen el patrón ya establecido de votar por otros partidos.  Para que esto sea efectivo deberían ocurrir las siguientes cosas:

  1. Menos partidos.  Aparte del PIP, el cual representa un ideal de estatus, no hay necesidad de tener 3 partidos más.  Se diluye el voto, y permite que siga ganando el PNP o el PPD.
  2. Continuidad.  En el 2012, aparte de los tres partidos de estatus, estaba el PPP, el MUS, y el PPT.  En el 2016 estaba el PPT y dos candidatos independientes.  En el 2020 estuvieron el MVC, el PD, y un candidato independiente.
  3. Campañas efectivas durante el cuatrienio.  No pueden esperar hasta el año de las elecciones para hacer ruido.

Una vez más tenemos un gobernador y un gobierno del PNP.  Debemos echar las decepciones a un lado, y desearle lo mejor al gobierno, para que obren a favor del pueblo de Puerto Rico.  Claro, fiscalizar y asegurarnos que no caen en la misma corrupción e ineptitud que ha acompañado gobiernos de ambos partidos en las últimas décadas.

Pero fiscalizar y exigir en el buen sentido de darle la oportunidad al gobierno que haga su trabajo.  El historial no es muy alentador, pero no debemos entrar en este cuatrienio con la mente pre-sugestionada de que las cosas no van a mejorar.  Hay una línea fina entre exigir con todo el derecho de un pueblo que ha elegido a sus gobernantes, y quejarse de todo con la mala fe de quien quiere ver el fracaso de un gobierno.

4 comments

  1. Vamos a ver si en estos 4 años el PNP demuestra algo positivo. Yo diria que despues del primer año debe salir una nota de la A a la F.
    Saque la nota que saque debemos empezar a construir un 3er partido que incluya los 4 que perdieron este año

  2. Ciertamente un proceso eleccionario atropellado, en medio de una pandemia, candidatos sin experiencia política, candidatos sin credibilidad o con dudosa reputación. Y candidatos que indican tener el bienestar de Puerto Rico como centro de su discurso. Ya las elecciones pasaron y tendremos que vivir bajo el gobierno que eligió el pueblo aún con los cerrados márgenes, aprender de este proceso, soñar, aportar y comprometernos con el PR en el cual todos queremos vivir.

  3. Son muy buenos puntos, Alex… y estoy de acuerdo con ellos. El PNP tiene, y se ha ganado, la antipatía y la desconfianza del pueblo. No pueden esperar lo contrario, dada la larga lista de fallos y eventos negativos en las últimas administraciones. Yo le deseo lo mejor, pues uno siempre debe desear lo mejor para cualquier gobierno que salga electo. También estoy de acuerdo con el consolidar los otros partidos, y que dejemos la costumbre de presentar tres partidos (aparte del PNP, PPD, PIP), lo cual lo que hace es diluir el voto. Gracias por tus comentarios.

  4. Tienes toda la razón, Lillian. Lo último que mencionas es precisamente lo más difícil que se le hace al elector típico cuyo candidato ha perdido las elecciones. En vez de ese compromiso y el aportar al Puerto Rico “en el cual todos queremos vivir”, lamentablemente hay la gran cantidad de electores que “se enchisman”, y se dedican al “deporte nacional” de Puerto Rico… la politiquería barata y las constantes críticas al gobierno, haga lo que haga.

    Ciertamente fue un proceso electoral como ningún otro, en el medio de una pandemia como bien mencionas. Creo que bajo las circunstancias, los candidatos se desempeñaron relativamente bien. Sin embargo como también indicas, la falta de credibilidad es palpable, y es algo que los partidos se han ganado. Los ganadores van a tener que vencer esa “inercia” que afecta la mentalidad del electorado. Oremos y esperemos que prevalezca el espíritu de trabajar unidos hacia una sola meta… la de mejorar nuestra isla. Gracias por tus comentarios.

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