La gobernadora, Wanda Vázquez, ha tomado la decisión de extender el toque de queda hasta el 12 de abril, basada en recomendaciones de un panel que incluye expertos médicos.
Esto sin duda es frustrante, y me imagino la mentalidad de muchos cuando finalmente se termine el toque de queda.
Independientemente de cuando se termine, esto no significa que el peligro de contagio haya sido eliminado, ni mucho menos que debamos volver a la rutina de siempre como si nada hubiese pasado. Inclusive, me atrevería sugerir las siguientes medidas luego de remover el toque de queda:
- Continuar controlando la entrada a la isla por medio del aeropuerto. No cerrarlo totalmente, sino monitorear a todos los que lleguen por avión. El que hayamos controlado el contagio en la isla no significa que estamos exentos de recaer por personas que lleguen contagiadas de otros lugares.
- Mantener el control de distanciamiento social en sitios como supermercados, farmacias, oficinas médicas, y otros lugares de primera necesidad. Hasta ahora hemos podido lidiar con líneas en el piso demarcando distancias, y cierto control de acceso a oficinas y establecimientos. No veo por qué tengamos que volver a los grupos de personas aglomeradas en filas u oficinas, por lo menos en el futuro cercano.
- Controles estrictos en oficinas gubernamentales tales como los CESCO. Estas son “placas de Petri” para fomentar el contagio a grande escala. Implementar monitoreo a la entrada, distanciamiento social, y todo lo necesario para evitar problemas. El sistema de citas debe ser ampliado y mejorado.
- Mantener en prioridad el tener suficiente equipo de protección personal para los profesionales de la salud para evitar que se enfermen, y así siempre mantener la cantidad de personal necesario para lidiar con cualquier emergencia.
Es importante mantener los siguientes puntos en mente con relación a la pandemia del Coronavirus:
- Hemos sido bendecidos en Puerto Rico que somos una isla pequeña, y no un país grande con fronteras con muchos otros países. Esto es lo que ha fastidiado bastante a Europa, y en gran medida a Estados Unidos. Particularmente porque los Estados han estado bregando independientemente unos de los otros.
- Las curvas de contagio están a diferentes puntos en todos los países del mundo. Mientras ya parece estar bajo control en ciertos países de Asia, donde comenzó la crisis, en Estados Unidos todavía se encuentra aumentando.
Lamentablemente y como con toda situación que surge, hay de todo en cuanto a las reacciones de la gente a la pandemia. Desde aquellos que están aterrorizados del virus y no se atreven ni asomarse por la ventana, hasta aquellos que hacen caso omiso y piensan que eso no les va a pasar a ellos. Y si les pasa, no les va a hacer mucho daño. Estos últimos son los más peligrosos en cierto sentido, porque no están demostrando conciencia ni consideración hacia los demás. Para los que no entienden, quizás un videíto que puede dar una idea de lo que ocurre en casos de reacciones en cadena.
Por eso las campañas de publicidad han intentado dirigirse a este tipo de persona.
Lo que ha dificultado el trabajar con esta pandemia aún más, ha sido el enorme impacto en la economía de los países. Es la encrucijada que están atravesando muchos países actualmente, el cómo balancear el bienestar económico de las personas, contra la necesidad de evitar el contagio. No es fácil, y entiendo se está haciendo el mayor esfuerzo… en algunos países más que en otros.
En mi opinión, como la de muchos otros, la economía de todas formas está, y seguirá “cogiendo cantazos” se extiendan los toques de queda o no. La diferencia es que si se trata de comenzar “business as usual” demasiado rápido y sin las debidas precauciones, pudiera agravarse la situación de salud, y entonces no van a estar los negocios vacíos por el toque de queda, sino que van a estar vacíos porque todo el mundo estará enfermo y en su casa, o llenando los hospitales. Hay que ser sabios en cuanto a estas decisiones.
Finalmente exhorto, no solo a Puerto Rico sino a todos los países del mundo, a que una vez al otro lado de la pandemia incurramos seriamente en el proceso de “Lessons Learned” (lecciones aprendidas). Sería triste desperdiciar la oportunidad de hacer todos los análisis exhaustivos que se puedan hacer para tratar de evitar semejantes tragedias globales en el futuro.