Hoy miércoles, 1ero de abril, miramos las noticias de Nueva York con horror y nos sentimos bendecidos de no tener la misma situación aquí.
Pero… ¡No se duerman en las pajas!
Hasta ahora el toque de queda dura hasta el próximo 12 de abril. Eso no significa que todo va a volver inmediatamente a la normalidad. Inclusive, me imagino que la gobernadora volverá a evaluar la situación del momento, antes de tomar nuevas decisiones. Sin embargo, he aquí lo que tenemos que mantener en mente cuando se descontinúe el toque de queda.
- Habrá gente con el virus a quienes no se les ha detectado todavía.
No pensemos que todo el que tiene el Coronavirus está incluido en el contaje oficial que lleva el Departamento de Salud y el CDC. Hay personas que tienen el virus pero no tienen síntomas. Hay quienes tienen síntomas, pero no se han hecho las pruebas. Y habrá personas que se han hecho pruebas que han arrojado “negativos falsos.” Todas estas son posibles fuentes de contagio.
- Seguirá el flujo de gente entrando a Puerto Rico, tanto por los aeropuertos como en cruceros y embarcaciones privadas.
Podemos haber “derrotado” el virus con buenos controles internos, solo para caer en crisis si tenemos entradas no controladas de personas potencialmente portadoras del virus. El haber bajado la guardia después del toque de queda puede ser sumamente peligroso. Los controles deberían seguir en cuanto a las entradas a la isla.
- La curva (o gráfica) de casos del COVID-19 en Estados Unidos va a durar unos cuantos meses, y todavía se encuentra subiendo.
Mucho del tráfico aéreo que entra a Puerto Rico proviene de Estados Unidos. El tener personas provenientes de lugares con pocos controles y una gran incidencia de personas infectadas, entrando a la isla en grandes cantidades, pudiera “disparar” la curva de casos en Puerto Rico. Probablemente habría una tendencia de personas queriendo escaparse de un lugar más infectado (Estados Unidos) a uno menos infectado (Puerto Rico).
- La tendencia de la mayoría de las personas que hemos estado en toque de queda durante todo este tiempo va a ser el querer compensar el tiempo “perdido” con un aumento en actividades sociales y aglomeración de personas.
Lo ideal sería que aunque podamos salir a la calle y reanudar nuestra vida cotidiana, que mantuviéramos las medidas de precaución tales como el “distanciamiento social”, y otras prácticas que se deben considerar prudentes bajo las circunstancias. Ojalá esto se comunique a todo el público mientras todavía estamos en toque de queda.
- De “dispararse” la curva en Puerto Rico, estaríamos de frente a una situación similar a la de Italia, España, y Nueva York.
La triste realidad es que nuestro sistema de salud no es tan robusto como el de otros países que han podido combatir la pandemia. Nuestra mejor opción es la prevención, porque si se llegara a salir fuera de control, la falta de suficientes facilidades y equipo médico para lidiar con la crisis se dejaría sentir de la peor forma.
No podemos bajar la guardia. Es preferible sufrir las consecuencias del toque de queda ahora, que tener que lamentar una catástrofe de proporciones gigantescas más tarde.